ALGUNOS ESTÁN TAN GORDOS QUE YA NO PUEDEN VOLAR
Según informan desde el Cielo, González argumenta que se ha ganado hacer lo que le dé la gana y que a él lo que le gusta es dar de comer a las palomas. Y dado que, lógicamente, todas las palomas están en el Infierno, da de comer a los ángeles pese a que se le ha prohibido hacerlo explícitamente en diversas ocasiones.
González ha ignorado incluso los carteles en los que “se ruega no dar de comer a los ángeles” que Nuestro Señor se vio obligado a colocar en 1912. Actualmente, los ángeles han engordado tanto que ya no pueden volar y lo único que hacen es caminar pesadamente, sin mostrar gracilidad en absoluto y teniendo un aspecto “más terrenal que divino”.
Al parecer, Dios está muy orgulloso de los querubines y controla su dieta de forma muy estricta porque, al ser asexuados, tienden a ganar peso. González Trujillo les ha estado tirando migas de pan cada día simplemente para distraerse, cuando en el Cielo hay entretenimientos y placeres muy superiores. El incidente que ha provocado su expulsión ha sido la ingesta de uno de los ángeles, lo que ha hecho comprender a Dios que los estaba engordando para comérselos.
A última hora, fuentes del Infierno han confirmado que Trujillo está utilizando las brasas del cielo para asar palomas.