El arzobispo de Burgos pide a las víctimas de violación que se resistan “hasta la muerte” por la castidad
El mensaje aparece en una carta que se publicó el 22 de enero de 2017 en la web del Opus Dei con motivo de la beatificación de una joven asesinada en la ciudad castellana en 1992
El arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas, pidió a las víctimas de violación que resistan hasta la muerte para «defender» la castidad. Así lo expresó en una carta que se publicó el 22 de enero de 2017 en la web del Opus Dei, la del Arzobispado, en el Diario de Burgos y en una revista eclesiástica, según informa eldiario.es. La misiva forma parte de la causa para beatificar a Marta Obregón, una joven de 22 años asesinada en Burgos en 1992 por el conocido como El Violador del Ascensor —Pedro Luis Gallego—, un antiguo mecánico ascensorista de 35 años.
«Marta también es un estímulo para vivir todas las virtudes cristianas que ella fue descubriendo: la alegría, el servicio, la entrega… Pero, en especial, la grandeza de la castidad, como se hace visible cuando resiste y lucha hasta morir asesinada por defenderla. Una virtud hoy poco valorada, que nos ayuda a orientar el amor y la entrega hacia su plenitud y belleza más singular», dice el arzobispo en su misiva. La joven burgalesa formaba parte del Camino Neocatecumenal —más conocidos como los Kikos por el nombre de su fundador, Kiko Argüello— y será la primera de las fieles a este grupo católico en ser beatificada.
La sentencia condenatoria dio por probado que el 21 de enero de 1992 El Violador del Ascensor raptó a Marta Obregón a punta de navaja cuando iba a coger el ascensor en el portal de su vivienda, en Burgos. La joven fue metida a la fuerza en un vehículo y trasladada a un descampado donde la desnudó y la violó. Ante su resistencia, recibió 14 puñaladas, una de las cuales le alcanzó mortalmente en el corazón. Según la sentencia, hubo coincidencias en aspectos como los asaltos a las víctimas cuando esperaban el ascensor o el empleo de cuchillos desde el primer abuso por el que fue condenado en 1982.
Gallego, que fue condenado por 18 violaciones y dos asesinatos, no solo asesinó a Obregón, también violó y apuñaló a la joven vallisoletana Leticia Lebrato.